Los de Victorino firman una de las mejores tardes ganaderas en Granada en años, ante una terna que no pudo, no quiso o no supo. Después de la merienda, al cuarto de la tarde, el toro más "en Victorino" de la corrida, lo recibió el Fandi andando para atrás sacándolo a los medios, y rematando con una revolera a los pies del dibujo de García Lorca que presidía el ruedo. Tras un paso por el caballo que ni fu ni fa, y un quite por chicuelinas, colocó el ídolo local sus cuatro preceptivos pares de banderillas, con el susto incorporado de que tras uno de los pares, remató el toro contra las tablas y levantó buena parte de las mismas. Ya en la muleta, comenzó la faena sentado en el estribo, pero poco más reseñable. Fue una faena de altibajos ante un toro de lo más interesante, pero no hubo mucho más. Pinchazo, estocada y dos orejas, rechazando el Fandi salir por la Puerta Grande al igual que hizo el jueves. Un gesto que le honra, y mucho Por cierto, a modo de anécdota, pu...